Es normal que los adolescentes queden fuera del horario de clase. Que salgan a tener actividades juntos, a ir a casa de sus compañeros, ir al cine, a hacer deporte, o cualquier otro tipo de actividad de grupo, y por tanto que entraña un modelo social. Salvo que estos adolescentes tengan un Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), aquí las cosas cambian y mucho.
Según un estudio publicado el pasado día 14 de Noviembre, titulado “Participation in Social Activities among Adolescents with an Autism Spectrum Disorder”, dirigido por el Dr. Paul T. Shattuck,
y basado en un estudio de más de 11.000 adolescentes en los EE.UU., los
adolescentes con TEA no ven a sus compañeros de clase fuera de la misma
en un 43,3%, el 54,4% nunca reciben llamadas de sus compañeros y el
50,4% no son invitados nunca a actividades sociales en comparación con
el resto de adolescentes del resto de grupos analizados.
Los resultados de este estudio vienen a refrendar
algo que quienes tienen relación directa con los TEA ya sabían, y son
los problemas en las relaciones sociales que tiene estos jóvenes. Según
el Dr. Shattuck, esta carencia de relaciones sociales influye de forma
negativa en la salud emocional -y muy especialmente en la adolescencia-
de estas personas. La dificultad de poder acceder a actividades
organizadas extraescolares, como pertenencia a clubes, asociaciones
deportivas o culturales, etc, es otro de los problemas que inducen a
esta ausencia de sociabilidad, y por tanto de mejora de las herramientas
sociales de estos adolescentes. A menor capacidad de conversación y
menor capacidad de interacción social, menor probabilidad de participar
en acciones de grupo.
Aunque factores como edad, sexo, raza o grupo étnico
no se mostraron como aspectos determinantes, sí lo han sido los factores
económicos: A menor nivel económico de la familia menor capacidad de
participar en actividades de grupo, pero, no afectaba a la hora de
relaciones con sus pares de forma individual.
Este estudio no debe de ser entendido tan solo como
una constatación de algo que ya sabíamos, sino como un modelo de
reflexión. El factor determinante de la mala calidad de las relaciones
sociales del adolescente con TEA, no es de carácter socio-económico, es
sencillamente el trastorno y la mala predisposición a incluir a estos
muchachos en el resto de las actividades, ya sea por un rechazo del
grupo, o por un problema en la familia (no querer forzar al muchacho a
participar en actividades y eventos extraescolares), o por parte de un
mal modelo, el cual no deja muchas opciones a estos jóvenes. O incluso
de una combinación de todas ellas. Debemos pues tomar en consideración
que esta carencia de relaciones sociales extraescolares de nuestros
adolescentes no es buena, y hay que fomentar las relaciones y usarlas
como un sistema para potenciar las técnicas de sociabilidad de estos
chicos y chicas.
ANEXO:
Los coautores del estudio son Gael
I. Orsmond (Departamento de Terapia Ocupacional en la Universidad de
Boston), Mary Wagner (SRI International) y Benjamin P. Cooper (La
Escuela de Brown en la Universidad Washington en St. Louis).
Participation in Social Activities among Adolescents with an Autism Spectrum Disorder [ Estudio original en Inglés]
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