vía Observatorio Nacional de la Discapacidad
La personalización de la educación, la modificación de los procesos de evaluación, la educación como medio para dotar de las habilidades y destrezas necesarias que compensen las desigualdades, y la eliminación de medidas segregadoras que no facilitan la integración de las personas con discapacidad son algunas de las conclusiones de la V Jornada Debate del Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED), celebrada ayer en el Palacio de Congresos de la ciudad gallega de Santiago de Compostela bajo el título ‘Discapacidad y educación’.
Docentes, representantes del movimiento asociativo de la discapacidad, y miembros de la Consellería de Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia tomaron parte en un encuentro centrado en la educación inclusiva y la situación real de las personas con discapacidad en el sistema educativo. Durante el acto inaugural, el alcalde de la ciudad de Santiago de Compostela, Gerardo Conde, recordó que el sistema educativo es “clave como factor de integración y escenario de convivencia”. Conde señaló además que “el respeto por la dignidad humana nos obliga a llevar adelante la integración de las personas con discapacidad”.
El alcalde de Santiago de Compostela, junto al presidente de la Fundación para la Promoción y apoyo a las personas con discapacidad (FUTUEX), entidad gestora del OED, Francisco de Jesús Valverde, abrió una mesa inaugural en la que el conselleiro de Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, Xesús Vázquez, habló sobre la necesidad de tratar educativamente las diferencias “haciendo que estas encuentren su sitio en la escuela”, por ser esta un referente de la democracia, en la que todas las personas tienen su lugar.
Vázquez apuntó que para una verdadera educación inclusiva “no bastan palabras y voluntades” y que éstas se deben materializar en acciones y legislación que las hagan efectivas. Con este fin, el conselleiro de Educación dio a conocer a los asistentes a la V Jornada Debate del OED la reciente aprobación del Decreto de Atención a la Diversidad de la Xunta de Galicia, nacido de las aportaciones de profesorado, movimiento asociativo y los propios alumnos con discapacidad.
La directora del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Pilar Villarino, demandó la necesaria igualdad básica, tanto en la educación como en muchos otros aspectos, “sin dependencia del lugar en el que se viva”, así como la consideración de la perspectiva de género en las políticas educativas. Pilar Villarino y el presidente de CERMI Galicia, Anxo Queiruga, coincidieron en apuntar la necesidad de tener en todo momento presente el mandato de asegurar la igualdad de acceso a la educación contemplada en el artículo 24 de la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Evitar medidas segregadoras que no faciliten a las personas con discapacidad vivir como las demás y dotar a través de una educación “de calidad, gratuita e inclusiva” de las habilidades y destrezas necesarias para compensar las desigualdades son dos cuestiones esenciales que Anxo Queiruga puso sobre la mesa, sin dejar de recordar que la discapacidad “forma parte de nuestra existencia, especialmente en nuestra infancia y vejez”.
Recursos extraordinarios en contextos ordinarios
La plena integración de las personas con discapacidad en el sistema educativo ordinario requiere de una educación que se adapte a las necesidades de cada alumno, promocionando las potencialidades y capacidades de cada persona. Así lo expuso el vocal asesor de la Consellería de Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, Manuel Rei Fernández, durante la ponencia inaugural que desarrolló bajo el título ‘Diversificando la inclusión para incluir la diversidad. Una aportación desde la norma’
Para Rei, la diversificación ha de pasar por superar el miedo a la inclusión y tener presente que “ciertos aprendizajes deben ser comunes a todos pero los métodos no tienen porque serlo”. Es preciso además apoyar lo que un alumno debe aprender sobre lo que ya sabe, empleando, si es necesario, “recursos extraordinarios en contextos ordinarios”.
El vocal asesor de la Consellería de Educación planteó que el currículo debe girar alrededor de cada alumno o alumna y los proyectos educativos han de ser referentes, “a modo de Constitución” en cada centro. En este ámbito y durante la exposición del contenido del decreto por el que se regula la atención a la diversidad del alumnado en los centros docentes de Galicia, Rei explicó que el articulado de dicha norma recoge la obligatoriedad de que los centros cuenten en adelante con un Plan General de Atención a la Diversidad, así como reconocer y mejorar los elementos de evaluación.
Personalizar la educación
La flexibilización de metodologías de enseñanza y la citada mejora de los modelos de evaluación son dos claves para lograr la verdadera educación inclusiva, sin necesidad de mayores inversiones, según la profesora de Diversidad y Educación Inclusiva de la Universidad Camilo José Cela, Maria Antonia Casanova, que tomó parte en la primera mesa-debate de la V Jornada del OED ‘Discapacidad y Educación’ sobre 'La atención a la diversidad en el sistema educativo'.
"Si tenemos que convivir personas diversas también debemos educarnos en esa diversidad", advirtió Casanova, quien apostó por la personalización de la educación como medida positiva no solo para los estudiantes con discapacidad, sino para todos y señaló que el currículo debe ser accesible para el mayor número de personas posible porque “a veces cuando llega al aula, ese currículo es el que es discapacitante para muchos alumnos por ser inflexible”.
La docente de la Universidad Camilo José Cela espera que la filosofía y ajustes normativos relacionados con la educación inclusiva “de la que llevamos hablando más de 20 años” lleguen plenamente a las aulas. “Contamos con una amplia base normativa sobre la que construir la educación inclusiva”, recordó el especialista del Equipo de Orientación Específico de A Coruña, de la Conselleria de Educación y Orientación Universitaria de la Xunta de Galicia, Domingo Álvarez Agudo, quien también demandó una actitud positiva de todos los docentes hacia la integración.
Esa integración que conlleva la educación inclusiva no solo beneficia a las personas con discapacidad puesto que las capacidades diferentes también engloban a personas cuya capacidad por encima de la media les hace encontrar problemas de inclusión, recordó el miembro de la Comisión de Educación y Formación Profesional del Foro para la Inclusión Educativa del Alumnado con Discapacidad, Antonio de la Iglesia. Esas capacidades diferentes hacen necesaria, en su opinión, la coexistencia de una educación inclusiva, que integre a los alumnos con discapacidad en centros educativos ordinarios, y la enseñanza en centros de educación especial, puesto que en los casos más graves la integración en centros ordinarios es muy difícil.
Integración en todas las etapas formativas
Las medidas adoptadas hasta ahora para la integración de las personas con discapacidad en el sistema educativo han logrado un incremento en el número de alumnos con discapacidad en centros ordinarios, en las etapas Infantil y Primaria. Sin embargo, llegado el momento de dar el salto a la Educación Secundaria Obligatoria el número de alumnos desciende de forma acusada.
La profesora María Antonia Casanova y las autoras del libro ‘El impacto de la Convención Internacional sobre los derechos de las personas en la legislación educativa española’, Inés de Araoz y María José Alonso Parreño -quienes desglosaron el contenido de la publicación durante la jornada-, informaron de que muchos alumnos y alumnas que comienzan sus estudios de Primaria en centros ordinarios deben concluir los de Secundaria en centros de educación especial, puesto que el personal y recursos de los primeros no están preparados para acoger a personas con capacidades diferentes.
Esta situación lleva a que muchos alumnos y alumnas abandonen sus estudios por tener que salir de su entorno habitual, cambiar de compañeros, etc... Por ello, señalaron que toda la comunidad educativa debe estar implicada en la inclusión y no solo los especialistas, para modificar las cifras que hablan de que un 65% de las personas con necesidades educativas especiales inician sus estudios de Educación Primaria en centros ordinarios, pero de ellos solo un 1,81% llegan al Bachillerato en este tipo de centros.
Pese a esta tendencia, en los últimos 20 años ha crecido el número de alumnos y alumnas con discapacidad presentes en las universidades que suponen ya el 9% del total de población con discapacidad. Para la plena inclusión en el ámbito universitario, María A. Muñoz Cadavid, profesora de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de la Red CIES (Colaboración para la Inclusión Educativa y Social), presentó una serie de ideas finales como el análisis de las debilidades y fortalezas de cada centro en la atención a estudiantes con discapacidad, la inclusión de indicadores de calidad en la materia y dar la voz a los protagonistas.
Distintas universidades españolas cuentan actualmente con centros de atención a estudiantes universitarios con discapacidad, que ponen a disposición de éstos todos los recursos y apoyos necesarios para compensar las desigualdades con las que acceden a los centros universitarios. El director de la Unidad de Atención a Estudiantes con Discapacidad de la Universidad de Extremadura -una de las más valoradas a nivel nacional-, Alberto Herrera, y el coordinador del Servicio de Participación e Integración universitaria de la Universidad de Santiago de Compostela, Javier Agrafojo, dieron a conocer a los asistentes la actividad de estas unidades y sus protocolos de actuación; una exposición con la que concluyó la segunda mesa-debate 'Estudiantes universitarios con discapacidad' y con ella la V Jornada Debate del Observatorio Estatal de la Discapacidad sobre 'Discapacidad y Educación'.
La personalización de la educación, la modificación de los procesos de evaluación, la educación como medio para dotar de las habilidades y destrezas necesarias que compensen las desigualdades, y la eliminación de medidas segregadoras que no facilitan la integración de las personas con discapacidad son algunas de las conclusiones de la V Jornada Debate del Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED), celebrada ayer en el Palacio de Congresos de la ciudad gallega de Santiago de Compostela bajo el título ‘Discapacidad y educación’.
Docentes, representantes del movimiento asociativo de la discapacidad, y miembros de la Consellería de Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia tomaron parte en un encuentro centrado en la educación inclusiva y la situación real de las personas con discapacidad en el sistema educativo. Durante el acto inaugural, el alcalde de la ciudad de Santiago de Compostela, Gerardo Conde, recordó que el sistema educativo es “clave como factor de integración y escenario de convivencia”. Conde señaló además que “el respeto por la dignidad humana nos obliga a llevar adelante la integración de las personas con discapacidad”.
El alcalde de Santiago de Compostela, junto al presidente de la Fundación para la Promoción y apoyo a las personas con discapacidad (FUTUEX), entidad gestora del OED, Francisco de Jesús Valverde, abrió una mesa inaugural en la que el conselleiro de Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, Xesús Vázquez, habló sobre la necesidad de tratar educativamente las diferencias “haciendo que estas encuentren su sitio en la escuela”, por ser esta un referente de la democracia, en la que todas las personas tienen su lugar.
Vázquez apuntó que para una verdadera educación inclusiva “no bastan palabras y voluntades” y que éstas se deben materializar en acciones y legislación que las hagan efectivas. Con este fin, el conselleiro de Educación dio a conocer a los asistentes a la V Jornada Debate del OED la reciente aprobación del Decreto de Atención a la Diversidad de la Xunta de Galicia, nacido de las aportaciones de profesorado, movimiento asociativo y los propios alumnos con discapacidad.
La directora del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Pilar Villarino, demandó la necesaria igualdad básica, tanto en la educación como en muchos otros aspectos, “sin dependencia del lugar en el que se viva”, así como la consideración de la perspectiva de género en las políticas educativas. Pilar Villarino y el presidente de CERMI Galicia, Anxo Queiruga, coincidieron en apuntar la necesidad de tener en todo momento presente el mandato de asegurar la igualdad de acceso a la educación contemplada en el artículo 24 de la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Evitar medidas segregadoras que no faciliten a las personas con discapacidad vivir como las demás y dotar a través de una educación “de calidad, gratuita e inclusiva” de las habilidades y destrezas necesarias para compensar las desigualdades son dos cuestiones esenciales que Anxo Queiruga puso sobre la mesa, sin dejar de recordar que la discapacidad “forma parte de nuestra existencia, especialmente en nuestra infancia y vejez”.
Recursos extraordinarios en contextos ordinarios
La plena integración de las personas con discapacidad en el sistema educativo ordinario requiere de una educación que se adapte a las necesidades de cada alumno, promocionando las potencialidades y capacidades de cada persona. Así lo expuso el vocal asesor de la Consellería de Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, Manuel Rei Fernández, durante la ponencia inaugural que desarrolló bajo el título ‘Diversificando la inclusión para incluir la diversidad. Una aportación desde la norma’
Para Rei, la diversificación ha de pasar por superar el miedo a la inclusión y tener presente que “ciertos aprendizajes deben ser comunes a todos pero los métodos no tienen porque serlo”. Es preciso además apoyar lo que un alumno debe aprender sobre lo que ya sabe, empleando, si es necesario, “recursos extraordinarios en contextos ordinarios”.
El vocal asesor de la Consellería de Educación planteó que el currículo debe girar alrededor de cada alumno o alumna y los proyectos educativos han de ser referentes, “a modo de Constitución” en cada centro. En este ámbito y durante la exposición del contenido del decreto por el que se regula la atención a la diversidad del alumnado en los centros docentes de Galicia, Rei explicó que el articulado de dicha norma recoge la obligatoriedad de que los centros cuenten en adelante con un Plan General de Atención a la Diversidad, así como reconocer y mejorar los elementos de evaluación.
Personalizar la educación
La flexibilización de metodologías de enseñanza y la citada mejora de los modelos de evaluación son dos claves para lograr la verdadera educación inclusiva, sin necesidad de mayores inversiones, según la profesora de Diversidad y Educación Inclusiva de la Universidad Camilo José Cela, Maria Antonia Casanova, que tomó parte en la primera mesa-debate de la V Jornada del OED ‘Discapacidad y Educación’ sobre 'La atención a la diversidad en el sistema educativo'.
"Si tenemos que convivir personas diversas también debemos educarnos en esa diversidad", advirtió Casanova, quien apostó por la personalización de la educación como medida positiva no solo para los estudiantes con discapacidad, sino para todos y señaló que el currículo debe ser accesible para el mayor número de personas posible porque “a veces cuando llega al aula, ese currículo es el que es discapacitante para muchos alumnos por ser inflexible”.
La docente de la Universidad Camilo José Cela espera que la filosofía y ajustes normativos relacionados con la educación inclusiva “de la que llevamos hablando más de 20 años” lleguen plenamente a las aulas. “Contamos con una amplia base normativa sobre la que construir la educación inclusiva”, recordó el especialista del Equipo de Orientación Específico de A Coruña, de la Conselleria de Educación y Orientación Universitaria de la Xunta de Galicia, Domingo Álvarez Agudo, quien también demandó una actitud positiva de todos los docentes hacia la integración.
Esa integración que conlleva la educación inclusiva no solo beneficia a las personas con discapacidad puesto que las capacidades diferentes también engloban a personas cuya capacidad por encima de la media les hace encontrar problemas de inclusión, recordó el miembro de la Comisión de Educación y Formación Profesional del Foro para la Inclusión Educativa del Alumnado con Discapacidad, Antonio de la Iglesia. Esas capacidades diferentes hacen necesaria, en su opinión, la coexistencia de una educación inclusiva, que integre a los alumnos con discapacidad en centros educativos ordinarios, y la enseñanza en centros de educación especial, puesto que en los casos más graves la integración en centros ordinarios es muy difícil.
Integración en todas las etapas formativas
Las medidas adoptadas hasta ahora para la integración de las personas con discapacidad en el sistema educativo han logrado un incremento en el número de alumnos con discapacidad en centros ordinarios, en las etapas Infantil y Primaria. Sin embargo, llegado el momento de dar el salto a la Educación Secundaria Obligatoria el número de alumnos desciende de forma acusada.
La profesora María Antonia Casanova y las autoras del libro ‘El impacto de la Convención Internacional sobre los derechos de las personas en la legislación educativa española’, Inés de Araoz y María José Alonso Parreño -quienes desglosaron el contenido de la publicación durante la jornada-, informaron de que muchos alumnos y alumnas que comienzan sus estudios de Primaria en centros ordinarios deben concluir los de Secundaria en centros de educación especial, puesto que el personal y recursos de los primeros no están preparados para acoger a personas con capacidades diferentes.
Esta situación lleva a que muchos alumnos y alumnas abandonen sus estudios por tener que salir de su entorno habitual, cambiar de compañeros, etc... Por ello, señalaron que toda la comunidad educativa debe estar implicada en la inclusión y no solo los especialistas, para modificar las cifras que hablan de que un 65% de las personas con necesidades educativas especiales inician sus estudios de Educación Primaria en centros ordinarios, pero de ellos solo un 1,81% llegan al Bachillerato en este tipo de centros.
Pese a esta tendencia, en los últimos 20 años ha crecido el número de alumnos y alumnas con discapacidad presentes en las universidades que suponen ya el 9% del total de población con discapacidad. Para la plena inclusión en el ámbito universitario, María A. Muñoz Cadavid, profesora de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de la Red CIES (Colaboración para la Inclusión Educativa y Social), presentó una serie de ideas finales como el análisis de las debilidades y fortalezas de cada centro en la atención a estudiantes con discapacidad, la inclusión de indicadores de calidad en la materia y dar la voz a los protagonistas.
Distintas universidades españolas cuentan actualmente con centros de atención a estudiantes universitarios con discapacidad, que ponen a disposición de éstos todos los recursos y apoyos necesarios para compensar las desigualdades con las que acceden a los centros universitarios. El director de la Unidad de Atención a Estudiantes con Discapacidad de la Universidad de Extremadura -una de las más valoradas a nivel nacional-, Alberto Herrera, y el coordinador del Servicio de Participación e Integración universitaria de la Universidad de Santiago de Compostela, Javier Agrafojo, dieron a conocer a los asistentes la actividad de estas unidades y sus protocolos de actuación; una exposición con la que concluyó la segunda mesa-debate 'Estudiantes universitarios con discapacidad' y con ella la V Jornada Debate del Observatorio Estatal de la Discapacidad sobre 'Discapacidad y Educación'.
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